viernes, 21 de mayo de 2010

Adulteracion de los alimentos

La adulteración es el acto por el cual se adultera un producto. Siendo aquel que ha sido privado, en forma parcial o total, de sus elementos útiles o característicos, reemplazándolos o no, por otros inertes o extraños de cualquier naturaleza, para disimular u ocultar: alteraciones, deficiente calidad de materias primas o defectos de elaboración.
La definicion etimologica de los alimentos adulterados es la siguiente:
Alimentos adulterados: alimentos a los que se ha adicionado una sustancia o se les ha sustraido un compuesto químico con intenciones de fraude.
Alimentos Alterados: Es aquel que ha sufrido una transformación por agentes externos, es decir sin intervención de la mano del hombre, por la acción del aire, la humedad, el calor, la luz, los microorganismos, los parásitos, los mohos, etc.
Alimentos Adulterados: Es aquel, que siendo originalmente puro, ha experimentado transformaciones por intervención del hombre y con la finalidad de obtener un mayor lucro.
Ello puede ser por adición de una sustancia de escaso o sin valor, como lo es el agregado de agua a la leche, la adición de agua al vino, o la incorporación de margarina a la manteca, como así también por haber extraído un componente nutritivo al producto original, como lo es el expendio de leche parcialmente descremada.

Importancia
El estudio y control de los alimentos destinados al consumo humano resiste capital importancia ya que garantiza una alimentación suficiente, regida por las leyes de la cantidad, calidad y educación, influye directamente, como acto de gobierno, en al psicología de los pueblos. Por eso, es función importante asegurar la calidad y el abastecimiento, con servicios técnicos debidamente entrenados.

La mayoria de las veces esto provoca enfermeades en las personas que consumen los alimentos adulterados.


La mitad de los casos de intoxicación se producen por una incorrecta manipulación de los alimentos en el hogar, pero el resto corresponde a alimentos adulterados durante el proceso de producción y comercialización, resultando los consumidores víctimas inocentes e indefensas. Éstas son algunas de las principales amenazas que se ciernen actualmente sobre la salud de los consumidores:

Los aditivos: A menudo consumidos de forma inadecuada conservantes, colorantes, antioxidantes... y han provocado numerosos casos de intoxicación colectiva. Muchos aditivos pueden ser tóxicos o peligrosos para la salud a pesar de que estén autorizados

Alimentos transgénicos: desde 1996 los productos transgénicos se comercializan en los supermercados europeos y no está claro si pueden generar nuevas toxinas y alérgenos. Sería conveniente informarse sobre estos alimentos y luego decidir si queremos consumirlos.

Bacterias. La presencia de Salmonella y Campylobacter en los alimentos puede provocar enfermedades diarréicas y gastroenteritis. En Europa, se ha multiplicado en los últimos años el uso de antibióticos en las granjas para producir un engorde artificial de las aves de corral. A consecuencia de ello, en España el 80% de los pollos son portadores de campylobacter y, en el Reino Unido, el 30% de los pollos tiene salmonella.

La Escherichia coli 0156 está causando estragos entre los consumidores de hamburguesas. Sólo en los Estados Unidos cada año enferman 20.000 personas, de las que 250 mueren irremediablemente. Además, algunas conservas y alimentos enlatados contienen clostridios, bacterias responsables de numerosos casos de botulismo, enfermedad que puede desencadenar la muerte por parálisis de los músculos respiratorios.

Frutas, verduras, hortalizas, lácteos y alimentos procesados a veces contienen listerias, bacterias que pueden provocar abortos espontáneos y meningitis. Los estafilococos presentes en carnes tratadas, pescados, lácteos y natillas pueden producir náuseas, vómitos, espasmos, diarrea, dolor de cabeza y fiebres intensas.

Hormonas. Las carnes tratadas con hormonas pueden provocar intoxicaciones leves, palpitaciones, dolor de cabeza, temblores, alteración de las funciones hepáticas. Los efectos a largo plazo son desconocidos. El sistema nervioso, la cabeza, el hígado y el sistema motriz pueden resultar perjudicados. En España, aún son frecuentes los casos de utilización ilegal de clembuterol.

Metales pesados. Muchos pescados y frutas pueden contener metales pesados. 3.000 personas resultaron afectadas y 115 fallecieron a consecuencia de la enfermedad de minamata. Comer pescado contaminado con mercurio puede provocar la muerte y es un mineral que se se acumula de por vida en el organismo. El exceso de plomo provoca anemias, problemas digestivos, degeneración del sistema nervioso y dificultades para concentrarse y memorizar. El cadmio provoca osteoporosis, desmineralización de huesos, diarreas y dolor de riñones. El cobre en exceso en las frutas puede provocar ansiedad, depresión, irritabilidad, hipertensión, migrañas, anemias y anginas.

Pesticidas y plaguicidas. Sus residuos, presentes en frutas y verduras, afectan al cerebro, hígado y sistema reproductivo. Se acumulan en el tejido adiposo. Algunos investigadores relacionan la disminución de la calidad del esperma que se ha constatado durante la segunda mitad del siglo XX con el uso de estas sustancias.

PVC. El cloruro de polivinilo que se utiliza en la fabricación de botellas de agua mineral puede resultar cancerígeno. Un pequeño error de fabricación en el envase bastaría para provocar afecciones al pulmón, hígado y cerebro.

Radioactividad. Las fugas radioactivas contaminan los alimentos. Durante años, en un área de muchos kilómetros cuadrados en torno a Chernobil, la población ha estado privada del consumo de leche y otros alimentos irradiados. A veces se producen fugas radioactivas que son silenciadas por las autoridades, como ocurrió este mismo año en el sur de España, en las instalaciones de Acerinox. La nube tóxica fue detectada en Italia y Suiza. El exceso de radioactividad en las frutas causa leucemia, cáncer, cataratas, envejecimiento prematuro y malformaciones genéticas.

Microorganismos
Grupo 1: poco ácidos
> 5
Productos cárnicosProductos marinos Leche Hortalizas
Aerobios esporulados Anaerobios esporulados Levaduras, mohos y bacterias no esporuladas
Grupo 2: semiácidos
4,5 < pH < 5,0
Mezclas de carne y vegetales Sopas Salsas
Grupo 3: ácidos
3,7 < pH < 4,5
Tomates Peras Higos Piña Otras frutas
Bacterias esporuladas Bacterias no esporuladas Levaduras Mohos
Grupo 4: muy ácidos
PH < 3,7
Encurtidos Pomelo Zumos cítricos

Según los requerimientos de calor los microorganismos pueden ser, de menor a mayor exigencia: psicrófilos, mesófilos, termófilos y termodúricos, siendo los dos últimos los que más interesan desde el punto de vista del tratamiento térmico. Los termófilos son capaces de desarrollarse a elevadas temperaturas(55 ºC y más), mientras que los termodúricos son capaces de resistir el efecto de las altas temperaturas. Sin embargo, los organismos mesofílicos pueden ser termodúricos debido a sus esporas, al igual que pueden serlo las esporas de las bacterias termofílicas (Desrosier, 1987). A su vez, Cameron y Esty (1926) clasifican a los organsmos termófilos en dos grupos: termófilos obligados (crecen a 55 ºC, pero no a 37 ºC) y termófilos facultativos (crecen a 55 ºC y a 37 ºC).Según las necesidades de oxígeno los microorganismos pueden ser: aerobios (requieren la presencia de oxígeno), anerobios (sólo se desarrollan en ausencia de oxígeno o con baja tensión de oxígeno) y anaerobios facultativos.

bibliografia:

www.wikipedia.com

www.elsaposabio.com

www.agroquimica.com